Dicen que un año pasa pronto…

Dicen que un año pasa volando

…pero no lo suficiente para una madre.

Este primer post del curso yosilose lo iba a dedicar a todas las nuevas ideas que tenemos en mente para esta temporada en yosilose.com, esta página molona y práctica que hacemos con cariño. Pero mi realidad se impone. Hay algo más grande en estos días que me pesa y no me deja la mente libre. Mi peque se va a estudiar fuera.

Mi hija tiene 11 años y va a estudiar el curso en Inglaterra. No es la primera vez, ya lo hicimos con el mayor. Pero los sentimientos son los mismos. Lo hacemos convencidos los dos, porque siempre hemos pensado que es bueno para ellos y porque hemos visto que, para nuestro hijo mayor, fue la experiencia de su vida. Ha madurado, domina el idioma, se sabe organizar…. Y por eso repetimos, pero el sentimiento de madre mediterránea no me deja respirar con normalidad. Y no es inquietud, porque sé que va a estar bien. En ese colegio cuidan maravillosamente a los peques y los entretienen, los atienden, los miman… Ellos disfrutan cada momento, una vez que superan la morriña. Es tristeza. Y es que el hueco que se queda en casa, duele.

No me entendáis mal, no me arrepiento de enviarla fuera sino todo lo contrario. Lo considero uno de estos sacrificios que los padres podemos hacer por nuestros hijos. Y es que creo que los niños deben aprender a volar solos y ésta es una gran forma de empezar… siempre que se pueda, claro. Pero ¡la voy a echar tanto de menos! Su sonrisa, sus berrinches, esos besos que me da sin venir a cuento, ir de la mano cuando estamos de compras…. Es única. No echamos de menos a una hija, la echamos de menos a ella. Igual que lo echamos de menos a él cuando se fue. Como seres únicos e irrepetibles. Aunque tuviera mil hijos, echaría de menos al que se va.

Quería compartir este sentimiento, que sé habitual dentro de las familias que envían peques que se van al extranjero, para que «lloremos» junt@s. Las madres amigas que estamos en este caso tenemos pensado quedar para «llorar». Y es que nadie te entiende mejor que una madre o un padre en el mismo caso. Los demás te dicen esa bien intencionada frase de «un año pasa volando», «en cuanto te quieras dar cuenta, ya la tienes aquí». Pero los que lo vivimos sabemos que las horas son muy traicioneras y se hacen más largas.

No obstante, me reafirmo en mi creencia de que hacemos bien y que ella va a vivir una experiencia que no todo el mundo tiene la suerte de vivir y que tendrá parte de protagonismo en la adulta en la que se convertirá.

Pero siempre será mi bebé…

Ánimo a todos los padres y las madres que andan despidiendo a sus peques con dirección Reino Unido, EEUU, Irlanda….

Eva de yosilose.com

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