Después de tanto bombardeo informativo sobre el Zara más grande del mundo y teniendo en cuenta que nos la han puesto al ladito del barrio, no hemos podido evitarlo y ya la hemos visitado… ¿Tú también?
Nos hubiese gustado hacerlo antes pero nos cogió la Semana Santa por medio y una visita así requiere una calma con la que no contábamos. Ahora sí la hemos tenido y nuestra visita ha resultado de lo más gratificante. Desde un punto de vista de «usuarias», la tienda es amplia y muy grande, cierto. Pero no sabríamos determinar a ojo si lo es más que la enorme que abrieron hace poco en el esquinazo de la calle Serrano.
Tamaño aparte, la nueva flagship de Zara nos ha convencido por luminosa, bien organizada, por espacio diáfano y limpio, siguiendo ese estilo tan característico de líneas rectas y mucho color blanco. Juega muy bien con la enorme fachada de cristal que se abre sobre la Castellana y su espacio abierto. Ello la convierte, eso sí, en la tienda Zara más luminosa, al menos, de Madrid.
Como suele ser habitual, dos plantas para nosotras (la de la entrada y la primera), la más alta para los caballeros y el sótano para los pequeños de la casa. Mucho de su colección expuesto pero siempre encontrarás más prendas en la versión online.
Nosotras hemos tenido la gran suerte de poder ir un jueves por la mañana y no estábamos solas, precisamente. Nos imaginamos que, al menos durante un tiempo, los fines de semana pagar será una locura. Si puedes escaparte fuera de hora, mejor.
Bonita tienda, sin duda. Volveremos.