Rotundamente, SÍ. Y aquí va mi experiencia y mi reflexión. Que un idioma se aprende mejor en el país en el que se habla parece de cajón. Pero muchas veces como padres y madres intentamos buscar excusas o razones o reflexiones desesperadas que nos permitan no tener que separarnos de nuestr@s hij@s. Aquí va mi experiencia, mis reflexiones y razones para recomendar un viaje al extranjero para aprender cualquier idioma. Y que conste, que lo pasé fatal como madre….
El conocimiento perfecto de algún idioma aparte del castellano es ya una obligación para nuestr@s hij@s. Cuando nosotr@s estábamos buscando nuestro primer trabajo, era claro que el buen inglés en currículum era un plus muy importante. Pero ahora la evolución de la economía, la famosísima «globalización», ha convertido el dominio de otro idioma (preferiblemente inglés) en necesidad imperiosa.
La mente infantil está más preparada para ese aprendizaje. Es conocido. Pero hace poco me contaron que no sólo la mente. El oído de un peque está más preparado. El castellano discurre en una frecuencia muy baja y, a medida que vamos viviendo en castellano, nuestro oído va adaptándose a esa frecuencia. Los huesos del oído se modelan para captar esa frecuencia. El inglés, sin embargo, discurre por una frecuencia más alta y cuando ya somos adultos nos es muy difícil replicar sus sonidos (de ahí que los españoles no tengamos muy buen acento). Un niño no tiene ese problema porque su oído todavía está adaptándose. Por eso, si aprende buen inglés de pequeño, su acento será mucho mejor en el futuro.
Y ¿por qué es mejor en el extranjero?
1.- La inmersión es total.
No existe refugio en un viaje al extranjero. El peque se ve obligado a expresarse en inglés por la mañana, por la tarde y por la noche. Oye la televisión, a los dependientes de la tienda, los locutores de la radio, los niños con los que juega…. El inglés le rodea en todo momento. Por eso, resulta recomendable no mandarlo rodeado de españoles 😉
2.- Conoce otras culturas.
Es un aspecto no poco importante para que nuestros hijos se conviertan en buenos ciudadanos del mundo. Viajar enriquece porque nos abre la mente a otras formas de enfrentar la vida. Y, si por este contacto, hace amigos diferentes, mejor que mejor. Es un modo de permanecer para siempre con un vínculo en otro idioma. Querrá mantener contacto vía redes sociales y lo hará en inglés o francés o…
3.- Crecen en seguridad personal.
Aquí está el mayor beneficio que yo he percibido del viaje de mi hijo. Superar esa situación «adversa» le permite comprobar que es capaz de hacerlo. Que puede manejarse por si mismo. Y es que hacerlos personas independientes y que puedan valerse es el mejor regalo que les podemos hacer a nuestr@s hij@s.
Yo envié a mi hijo durante un año entero a estudiar a Inglaterra y no me arrepiento. Me alegro, sinceramente, que ese año ya haya pasado porque lo he echado mucho de menos. Pero creo que ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado en la educación de nuestro hijo. Hemos llorado mucho (sobre todo nosotros, los que nos quedamos), pero ahora mi hijo pisa fuerte, está orgulloso de sí mismo y ¡¡¡¡¡¡¡habla inglés de película!!!!!!!!
¿No te animas con un año entero? Prueba un verano. Pero elige bien. Elige un buen sitio que no llene el pueblo de españoles. Haz que sea una experiencia útil y provechosa. Porque bien hecho, viajar al extranjero a aprender un idioma es la mejor idea.
Aquí van buenos negocios con experiencia en organizarnos estas estancias: Aprender Inglés en verano y fuera de casa.
¿¿Y tú?? Qué opinas? ¿Enviarás o has enviado a tus peques al extranjero?
Eva de yosilose.com