Viajar sí o sí

¿A ti no te pasa que cuando sabes que viene un puente o que se acerca la Semana Santa o el verano los deditos del teclado se ponen solitos a buscar destino? Que sí, que sí, que sí.

Viajar es una necesidad, una forma de vida, una vía de escape, una desconexión de la rutina del invierno. Viajar amplía horizontes, enseña, nos vuelve agradecidos, relativiza nuestra vida y nos saca de nuestra burbuja… Por todo ello, resulta una actividad esencial para hacerla en familia, para que nuestros peques sepan cómo se vive en otros lugares, para que se interesen por la Historia, para que coleccionen recuerdos con nosotros… y ya sabes que te contamos todo esto desde nuestra propia existencia personal. A nosotras nos ha pasado y nos pasa. Llevamos viajando con nuestros hijos desde que eran bien pequeños. Con 3 añitos, Cristina cuando bajaba las escaleras en la escuela infantil decía que le recordaba a bajar al cenote mexicano o con 6 años miraba a los ojos a las niñas camboyanas que le ofrecían collares a las puertas de los templos. Pablo y Mateo disfrutaban de lo lindo viendo los partidos de baloncesto improvisados que surgían en cada cancha de las ciudades de Estados Unidos. Y Yago estuvo comiendo y cenando pasta y pizzas durante los 15 días que duró el viaje por el norte de Italia.

Todos estos viajes nos unen como familia, nuestros recuerdos y vivencias comunes continúan formando parte de las sobremesas y los buenos momentos nos llevan (y les llevan) a repetir. Imagina que hoy en día, cuando estos nuestros «bebés» cuentan con edades entre los 21 y los 15 años y organizamos una escapada en familia ¡se quieren venir! ¡Meritazo! Y eso nos hace tan felices… Por todo ello voceamos en todas las plataformas que podemos y en todos los foros en los que participamos que viajar en familia es un «must». 

Viajar en familia es hacerlo en verano

Eso sí. Hay una verdad universal y es que las vacaciones escolares son las que marcan las escapadas familiares. ¿Recuerdas cuando eráis únicamente dos y podíais ir a recorrer Alsacia en abril? Jajajjajaja… ¡qué tiempos! Ahora la agenda de todos la marca el calendario escolar: Semana Santa, verano y Navidad. Las temporadas más caras, vaya suerte. 

Pero no por ello vamos a ceder. No queremos claudicar y no tenemos por qué hacerlo. Podemos encontrar vacaciones de verano en Buscounchollo.

¿Qué es lo que te apetece hacer todos juntos? ¿Una escapada rural? Puede ser perfecta si hay pocos días libres. Los pueblos desprenden paz y vida más tranquila. Los chiquillos urbanitas lo disfrutan sobremanera y los que vivimos en pleno atasco de la M30 lo necesitamos. España está llenita de pueblos mágicos y bien diferentes. Si visitas Castilla León, puedes darte un baño de románico. Si vas a Cantabria, te sorprenderán los campos verdes y la gastronomía superior, igual que ocurre si visitas cualquier pueblo en Galicia. Los pueblos blancos de ndalucía, los que se asoman a las calas en Cataluña… 

Y ¿qué te parecería una estancia en la playa, en buen hotel y con buenos servicios? Pues también es una buena opción para descansar y desconectar… Hacer castillos de arena, saltar las olas, jugar a las cartas, divertirse con los servicios de animación, leer libros que llevas acumulando a lo largo del año. Y es que España es destino de playa sobre todo. Estamos bien preparados para este tipo de turismo. Teenemos un litoral tan bonito… Los playazos del Mediterráneo, el aire hippy de las costas gaditanas o el aire salvaje y paradisíaco de las playas del norte… ¡es tan difícil elegir!

Nuestra opción favorita es la escapada por ciudades bonitas. Y es que nos gusta porque, dado el perfil de nuestros hijos, es la que más nos encaja. Y es que podemos adornarla con experiencias únicas como paseos en barcos o estancias en spas. Llévalo todo empaquetado, organizado o reservado para que el buen rollo fluya. Si les vas anticipando las etapas del camino, de forma bien relatada, los haces más complices.

Si tienes que elegir escapadas por Europa, nosotras podemos recomendarte buenas ideas. París es, por ejemplo, una elección genial. Si viajas con niños, los verás buscando a Lady Bug por los tejados. Londres es otro clásico que no falla, con sus autobuses de dos pisos y sus cabinas de teléfono rojas. Oporto ha sido todo un descubrimiento de los últimos tiempos con sus casitas de colores, las visitas a las bodegas o el paseito en barco por el río Duero. Roma fascina siempre con su crisol de capítulos históricos. No hay quien cierre la boca ante la visión del Coliseo, o cuando te ubicas bajo la cúpula del Panteón. O la Toscana, con ese aire tan de película, los cipreses y sus pueblos de ensueño en los que parece que va a aparecer un personaje de cuento. 

Este verano, viaje en familia sí o sí. Sé consciente que lo peor que te puede pasar es que sudéis un montonazo. Pues abanico y ¡a disfrutar!