Qué puedes encontrar…

Un restaurante que mezcla la cocina cántabra y la hindú. Así, tal cual. Y no te puedes imaginar qué delicia. La historia que relata su web resulta de lo más evocadora, una leyenda de un hombre que atravesó los mares, desde el Océano Atlántico hasta el Índico y se convirtió en pez. Y el resultado de la fusión es de lo más interesante.

Se trata de un pequeño y bonito local en pleno barrio de Salamanca que está maravillosamente decorado. Con luces indirectas, plantas, peces y esculturas apasionantes. Todo esto le da un aire muy romántico. Y cuenta con terraza.

La carta es rotundamente original. Con una carta cántabra, una carta india y con una fusión genial. Además, hay menús degustación por si no quieres pensar y quieres probar de todo.

Ejemplos apasionantes: dados de merluza con salsa de mango especiada, rodaballo tandori al estilo indio o las albóndigas con coco, korma, azafrán y frutos secos con ejemplos de la carta fusión. Las rabas, el guiso de bonito del norte o el solomillo frisón con salsa de Tresviso son ejemplos de la carta cántabra y los currys de ternera y de pollo de la carta hindú. Y todo es una pura delicia!

Buenos postres y grandes cocteles que disfrutas con la música de Dj que disfrutas en la sobremesa completan el plan que no puede ser más perfecto.

Lo mejor…

Sin duda, la carta y el ambiente. Esa combinación que nos parecía imposible nos ha enamorado.

Siempre hay una pega…

En fin de semana tienen turnos para comer. Sabemos que la solución es lógica pero no nos acaba de encajar ninguna de las horas que proponen.

Apunte Yosílosé…

Comimos en el turno de las 15:30h y nos despedíamos de allí a las 20h. Con esto te cuento lo que nos gustó.

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