Qué puedes encontrar…
Un restaurante muuuuuy agradable, con cocina de mercado, un horario extenso desde el mediodía hasta la madrugada y dos plantas con estancias en las que te apetece quedarte.
Se trata de un local mítico de la movida madrileña. Un bar de copas y marcha que se ha transformado en un restaurante verdaderamente recomendable. Por ambiente y por carta.
El comedor se distribuye en dos plantas. En la de abajo, encontramos una gran barra en la que se puede picar algo y parte de las mesas. En la superior más comedor y alguna zona más reservada.
La carta se compone de unos deliciosos entrantes como los chips de alcachofa con huevos fritos, aceite trufado y pimentón, los huevos estrellados con pulpo a la gallega o las croquetas caseras de cabrales y de jamón ibérico, por elegir algunos. En el apartado de la huerta, nos pareció deliciosa la teta de burrata con rúcula, tartar de tomate, polvo de trufa y cecina o las espinacas crujientes, mousse de queso de cabra, anacardos, langostinos y vinagreta de frutos rojos.
Hay pasta como los saquitos de pasta fresca con trufa negra, boletus y un toque de mantequilla; pescados como los chipirones de anzuelo encebollados con sal de tinta (estaban maravillosos) o el tataki de atún rojo con salsa de soja, wasabi y crema de aguacate; las carnes clásicas y maravillosas como la milanesa de ternera gallega con patatas fritas o la chuleta de vaca rubia gallega fileteada (con patatas fritas, pimientos asados a la leña y pimientos de padrón).
Los postres también deliciosos como la tarta de queso casera con polvo de galleta o la cookie casera con helado de nata. Todo delicioso!
Cuenta con una terraza bien agradable en verano y, aunque no es un restaurante específico para ir con niños, hay muchas opciones en su carta que seguro les van a encantar!. ¡¡Y aceptan perros!!
Lo mejor…
La combinación inmejorable de buena cocina, ambiente acogedor y precio sensato.
Siempre hay una pega…
En este caso, que tendrás que volver y volver para probar todo lo que te apetece.
Apunte Yosílosé…
Estuvimos en una cena de amigas. Nos ubicaron en la planta superior, en una mesa maravillosa y cuadrada en la que entrábamos tres por cada lado de forma que todas nos oíamos perfectamente y podíamos participar de la conversación. Estuvo genial!
¿Te has quedado con ganas de conocer más sitios chulos? Tenemos un especial con Los mejores restaurantes de Madrid, entra y disfrútalo.