Qué puedes encontrar…
En esta tienda-taller, podemos encontrar exclusivas y artesanales vajillas pintadas 100% a mano. Eligiendo los colores uno a uno, mezclando hasta conseguir la textura perfecta, con técnicas de mucha precisión y delicadeza, las piezas terminadas se cuecen a una temperatura de entre 560º y 820º. Todo este proceso consigue el carácter irrepetible de cada pieza, porque depende de las inevitables variaciones de lo hecho a mano y del momento final de la cocción. Además, tiene una escuela donde enseñan las técnicas para pintar en porcelana y loza.
Lo mejor…
Son vajillas muy prácticas y aptas para lavavajillas y, sobre todo, tan bonitas que hacen de cualquier comida, cena o merienda, una puesta en escena especial y única.
Siempre hay una pega…
Fácil de deducir. Estás comiendo sobre una pieza de arte única. Eso hay que pagarlo. Eso sí. Disponen de una línea prêt-a-porter llamada Carela, diseñada a mano a un precio más asequible pero sin perder el buen gusto, la exclusividad y el lado artesanal.
Apunte Yosílosé…
Me encantaron unos vasos de gin tonic con dibujos de safari africano y una vajilla con motivos de caza, otra con gallos, los juegos de café ideales… Todo precioso. En la tienda tienen muchos modelos, pero el cliente puede incluir variaciones a su gusto y encargar lo que realmente le apetezca. También cuentan con piezas sueltas y conjuntos más pequeños.
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