Qué puedes encontrar…

Un bonito y muy rico restaurante japonés que merece, sin duda, una buena recomendación.

Su local llama la atención ya desde la calle y, con más razón, una vez dentro. Se viste de madera clara y los peces son la figura omnipresente, como no podía ser de otra forma. Son varias salas y ya en la primera está el lugar de honor del maestro del sushi, especialidad de la casa.

La cocina japonesa está reinterpretada por Miguel de Vega y podemos ver importantes aspectos de fusión de los que tanto nos gustan como el rabo de toro o la trufa que se integran en planteamientos orientales.

La carta es muy extensa, y te obligará a llevar google activo para diferenciar entre gunkanmakis, uramakis, hosomakis, futomakis… Comienza con entrantes para picar entre los que destacamos las gyozas que nos parecen deliciosas, también recomendables las tempuras. Luego podéis elegir mucho para picar o elegir algún plato fuerte como el pollo teriyaki que está súper rico y lo sirven en una cama de arroz.

Su catálogo de piezas japonesas es inmensa y os va a costar elegir. El atún en diversas piezas, salmón, langostinos, lubina, anguila… el pescado es el protagonista principal de las distintas elaboraciones piezas japo.

Los postres son licencias que se permiten con inspiración japo porque, como sabes, los japos no son dulceros. Pero en DokiDoki podéis terminar con un fondant de chocolate con helado de frambuesa o una panna cotta de sésamo.

Lo mejor…

Lo encontramos una buena versión de la cocina nipona a un precio sensato (para ser un japo, ojo).

Siempre hay una pega…

La carta es algo larga y tendrás que ir varias veces para probarlo todo 😉

Apunte Yosílosé…

Paseábamos por delante. Fue así tal cual. Y nos llamó muchísimo la atención. Y es que el local es precioso. Nos sentaron en la primera sala y estuvimos muy a gusto. El servicio fue muy amable. Si te animas a visitarlos, diles que te pongan en esa primera sala para poder ver al jefe del sushi en acción!

Ah! y parece que dokidoki es el sonido que hace el corazón cuando algo te emociona… Y si te emocionan los restaurantes japoneses, hablamos de muchos más.