Qué puedes encontrar…
Un precioso restaurante de cocina tradicional francesa que se encuentra ubicado al lado del Palacio Real.
El local es todo un encanto, pequeño y estupendamente decorado. Ladrillo visto en la pared, suelo de madera, sillas de terciopelo azul, ramas en el techo, cocina vista nada más entrar con azulejos verdes…
Todo es francés. El local decorado como si estuviésemos en la Provenza, el servicio que tiene un acento encantador y la carta, que es un espectáculo. Entrantes como el paté de campaña, las ostras o la sopa de cebolla. Los platos principales en carta son tan espectaculares como el magret de pato o la raya a la mantequilla negra, pero también hay una buena y extensa propuesta de especialidades, platos tradicionales que se pueden disfrutar previo encargo como la bullabesa, la pintada de Bresse al vino, el solomillo Wellington o los riñones a la mostaza, por ejemplo. De acompañamiento puré de patatas o ratatouille entre otras delicias. Y de postre, la icónica tatin de manzana entre otros postres típicos franceses.
Y todo ello servido en preciosos platos, con vasos de lujo y mantelería fina.
Lo mejor…
Nos encanta esa sensación de viaje con todos los sentidos a la que nos conduce Le Bistroman.
Siempre hay una pega…
La cocina francesa no es la más barata (pero te mereces el lujazo y lo sabes).
Apunte Yosílosé…
Es un plan precioso y romántico. Primero viajas por la bonita Provenza y cuando sales por la puerta, te encuentras al ladito del Palacio Real, Palacio de Oriente…
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