Qué puedes encontrar…
Una de las Villas de Madrid que merece a excursión. Se trata de una localidad con poco más de 500 años de historia que, en su origen pertenecía a Segovia y que se fundó en un perfecto cruce de caminos. Durante mucho tiempo fue una villa modesta pero en 1649 se celebró en ella el enlace matrimonial del rey Felipe IV y su segunda esposa, la joven Mariana de Austria y ahí comenzó su época de esplendor.
Hoy en día resulta una visita cultural muy interesante y es un gran lugar para una experiencia enológica puesto que forma parte de una de las comarcas vinícolas de la denominación de Vinos de Madrid (¿Te apetece seguir leyendo más sobre el vino en Madrid?).
Imprescindibles para ver…
Plaza de Segovia. Es la plaza mayor de la villa y en su nombre hace alusión a su pasado segoviano. Es una preciosa plaza castellana de planta irregular y porticada que se flanquea por preciosas casas de colores y balconadas. Est´´a llena de terrazas y de vida.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. La iglesia más importante y más antigua, es de ladrillo y con un gran aire morisco, aunque su arquitectura es reflejo de los 500 años de reformas y ampliaciones.
Casa de La Lonja. Se trata de una antigua casa solariega con un bello patio interior y una tienda genial en la planta baja de la casa que se mantiene perfectamente ambientada. Podemos ver cómo era ese «centro comercial» de la villa.
Centro de interpretación. Se recomienda comenzar por aquí porque podemos conocer más en profundidad la cultura del vino en Navalcarnero. Era una original casa de labranza.
Bodegas Muñoz Martín. La bodega se encuentra situada en pleno casco antiguo de la Real Villa de Navalcarnero. Estas bodegas fueron fundadas en los años 30 del siglo pasado. En la actualidad, con la quinta generación al frente, se trabaja con la misma ilusión y el mismo espíritu artesanal. En ellas se conservan en perfectas condiciones la cueva y la cubierta, de antiguas vigas de madera, que contrasta con unos novedosos sistemas de elaboración.
Trampantojos. Con un nombre muy italiano pero nacido en Mérida, Alberto Pirrongelli utilizó las calles de Navalcarnero como lienzo y ha dado lugar a una ruta maravillosa para recorrer en familia. Fachadas de edificios en las que plasma escenas históricas y cotidianas. En la pequeña ermita de Santa Águeda también puedes ver su arte.
Dónde comer…
Navalcarnero es conocida como la “tierra del vino, del garbanzo y del cordero”. Con estas pistas, puedes disfrutar de una buena jornada gastronómica regada por los vinos de la zona.
Las Cuevas del Príncipe es un restaurante asador al más puro estilo castellano. Las Cuevas del Tío Juanón está al lado de la iglesia y cuenta con una carta tradicional y buen servicio. La Hostería de las Monjas, también céntrica, nos ofrece carnes al horno de leña y cocina castellana en una posada del siglo XVI que acoge la cueva del beso de Felipe V. Y si buscas algo más informal, la Plaza de Segovia está inundada de bares y terracitas.
Lo mejor…
Es una excursión muy cómoda y sorprendente. La plaza es tan bonita que no te las esperas. Y la idea de entrar en un mundo vitivinícola a dos pases de Madrid es una pasada.
Siempre hay una pega…
En fin de semana se pone a tope. Reserva.
Apunte Yosílosé…
Puedes conocer Navalcarnero por tu cuenta o incluyéndote en una visita guiada de las que organiza el Ayuntamiento o de las que organiza BeaExplorer. Nosotros fuimos con ella y nos gustó mucho. Dimos un paseo de un par de horas por la villa y luego nos condujo a las bodegas en las que, además de aprender, pudimos probar el fruto de su estupendo trabajo 😉
Busca información en la web de Turismo del Ayuntamiento de Navalcarnero o en la web Villas de Madrid (Navalcarnero es una de las 11 que tiene nuestra comunidad).
Lo incluímos, sin duda, en nuestro especial con los pueblos más bonitos de Madrid.