Lavar tus prendas de viscosa es más fácil de lo que parece con estos consejos

Nos hemos hecho adictas a los consejos, trucos y mañas de la limpieza doméstica…

¿Será quizás la influencia de nuestra buena amiga La Ordenatriz?, ¿será porque creemos que va siendo hora de tomar las riendas de nuestro día a día casero como hacían nuestras madres?, ¿será porque todo este mundo es pura alquimia?… La razón da igual. Nos hemos enganchado y en este post hablamos de las prendas de viscosa. Tienes en el armario seguro. Y ¿por qué elegimos la viscosa? Pues sencillito, porque ¡son una gozada! Prendas fresquitas, brillantes, de gran caída y que sientan de cine. Blusas, vestidos, corbatas… 

¿Sabes que la viscosa en un tejido artificial? Se hace de la madera y puede imitar a la seda, a la lana, al algodón… Y como las prendas de viscosa se convertirán en tus prendas favoritas, sería bueno saber cómo lavar viscosa para que nos duren eternamente (Este es otro aspecto muy yosilose. Cógele cariño a tus prendas, vive con ellas tiempo y que ellas vivan contigo muchas experiencias. Y esta actitud responsable y ecológica compartela con los tuyos. A base de gestos haremos un mundo mejor).

Aquí van algunos consejos. Son muy sencillos y le darán a esa blusa perfecta la vida eterna. En primer lugar, mejor a mano que a máquina. Eso lamentablemente es una verdad universal 😉 Y si la lavas a mano, no la retuerzas para escurrirla porque afecta a las fibras.

Si eres de «no sin mi lavadora» (algo que comprendemos rotundamente), ten en cuenta estas tres cositas:

1) No laves a más de 30 grados.
2) Usa un detergente buenote, de esos que cuidan los tejidos.
3) Mete la prenda o las prendas en una bolsa o funda de lavadora para evitar enganchones.

Por último, para secarlas no utilices la secadora. También es verdad que el tejido se seca en un ná así que un poquito de paciencia. Basta con que las cuelgues en una percha y en una habitación calentita se secará perfectamente.

¡Ah! Y para planchar, del revés porque se pueden hacer unos brillos innecesarios.

Ya cuentas con toda la información necesaria para que la blusa esté contigo en las siguientes cenas, eventos familiares o partidos de fútbol de tus hijos. ¡Todo dicho! 

Y para acabar, algo de información sobre la viscosa. Y es que es curioso y útil saber cómo surgió, de qué se hace y sus propiedades. La viscosa se creó en el siglo XIX con la idea de inventar un tejido que pudiese «suplantar» a la seda, imitar su aspecto y sus propiedades.

Para ello el ser humano, que es de lo más listo, decidió manipular las fibras de la madera, de árboles como el bambú y el eucalipto. Y ¡lo consiguió! Creó un tejido que tenía muchas propiedades: es fresco, tiene buena caída, es muy cómodo, tiene un tacto gozoso…

Sus ventajas son muchas. Y es que es sencillo estamparlo y teñirlo por lo que el abanico de colores que ofrece es muy extenso (guay), es poderoso porque puede adoptar las características y propiedades de otros tejidos (como un camaleón), se puede mezclar con otros tejidos y transpira estupendamente por lo que es perfecto para el verano.

Resumen: prendas de viscosa bien cuidadas = modelazo eterno y cómodo. ¿No te parece una ecuación perfecta?