La Perla del Danubio

¿Qué hacer y qué ver en Budapest?

Budapest nació en 1873 de la unión de la elegante Buda con el bullicioso Pest separados por el romántico Danubio, un río que le da a la ciudad una atmósfera muy especial. La ciudad principal fue Buda donde se encuentran los principales monumentos y Pest fue la gran olvidada hasta finales del siglo XIX, comienzos del XX cuando se convirtió en la zona comercial y administrativa de la ciudad.

Aquí van nuestros consejos para una visita perfecta…

Lo imprescindible…

Nuestra visita comienza por el Barrio del Castillo, en Buda, en la colina, al otro lado del Danubio. Nuestro consejo para subir hasta allí es coger el funicular que se toma en la Plaza de Adán Clark (al lado del Puente de las Cadenas) y funciona todo el año (7:30h a 22:00h) con un recorrido de unos 10 minutos. Desde allí, sin haberos cansado, podréis bajar andando, por las callejuelas medievales.

En el Castillo nos encontramos con El Bastión de los Pescadores (1895-1902), un conjunto arquitectónico neogótico que cuenta con grandes terrazas y arcadas desde donde la vista de Pest y del Danubio resultan maravillosas. Esta fortaleza se construyó en recuerdo de los pescadores que debían guardar las murallas de la ciudad.

Seguidamente podréis visitar la Iglesia de Nuestra Señora o más conocida como la Iglesia de Mathias, donde Francisco José I fue coronado como rey de Hungría. Aquí según cuentan las leyendas, la Virgen del Loreto fue emparedada por los turcos en la invasión de 1686 y, milagrosamente, apareció intacta por lo que los turcos entendieron que debían abandonar Buda en ese momento.

En este punto os recomendamos una parada y visita al Hotel Hilton en cuyas cristaleras se refleja el Bastión de los Pescadores, para disfrutar de unas preciosas vistas del Danubio con Pest de fondo y tomar un café. Justo en frente de la Iglesia de Mathias está el antiguo Ayuntamiento de Budapest y si seguimos andando a lo largo del río, nos encontramos con el famoso Puente de las Cadenas, el más antiguo de la ciudad que fue reconstruído totalmente en 1949 tras la II Guerra Mundial.

Una vez aquí llegaremos hasta el Palacio Real que empezó a construirse en el siglo XIII, aunque realmente tomó su forma definitiva en los siglos XVIII y XIX. El palacio consta de unos preciosos jardines y en él se encuentra la Galería Nacional de Arte, el Museo de Historia y la Biblioteca Nacional.

Si continuamos nuestro paseo, en la misma dirección nos encontramos con la Colina Gellert. Como está algo retirada, podremos movernos en el tranvía 19 que va desde la Iglesia de Santa Ana hasta la Ciudadela.

Dentro del Hotel Gellert encontraremos uno de los más famosos baños de Hungría. En esta zona podremos ver la Ciudadela, una fortificación que data de 1854 y que se construyó como puesto de vigilancia. En la Ciudadela, que puede visitarse, se recrea un búnker de la II Guerra Mundial y que resulta curioso de ver. Pero lo más espectacular de la visita es la impresionante vista de los nueve puentes de la ciudad.

En toda esta zona, el Barrio del Castillo os encontraréis con numerosos restaurantes, que son muy turísticos y poco recomendables.

Si cruzamos el río, nos encontramos en la zona de Pest en cuya orilla tendremos que visitar el Parlamento, uno de los monumentos más conocidos de Budapest. La visita es guiada y gratuita para los ciudadanos de la UE pero, al ser tan visitado, hay grandes colas por lo que os recomendamos que madruguéis.

Para esta zona podéis tomar el tranvía de la línea 2, que recorre toda la orilla del Danubio de la zona de Pest pasando por el Puente de las Cadenas, el Parlamento y llega hasta el Mercado Central, siendo su última parada la más cercana a la Isla Margarita.

Basílica de San Esteban 

Cerca del Parlamento nos encontramos con la Basílica de San Esteban, donde se guardan las reliquias del santo. La Basílica tiene dos grandes torres, a una de ellas se puede acceder andando o a través del ascensor. La subida merece la pena, pues ofrece unas vistas maravillosas de la ciudad.

En este precioso barrio os encontraréis numerosos restaurantes en general muy recomendables.

Una de las Plazas obligadas en Budapest es La Plaza de los Héroes, que conmemora a las siete tribus majiares fundadoras de Hungría. Por la noche iluminada resulta impresionante, aunque también podéis hacerla andando a la vez que visitáis la Avenida Andrassy, muy larga y una de las principales arterias de la ciudad una caminata adecuada para los más deportistas. Los menos atrevidos podéis tomar la línea 1 de metro que la recorre de principio a fin.

En ella, además de preciosos edificios y fabulosas tiendas como Louis Vuitton, Ermenegildo Zegna, Vertu, Burberry, Gucci y Roberto Cavalli, en el número 22 nos encontramos con la Ópera. La Ópera de Budapest es de 1884 y fue construída por encargo de Francisco José I, con la condición de que no podía ser mayor que la Ópera de Viena. Os recomendamos su visita guiada en español, pues os contarán curiosidades muy interesantes. Podéis completar esta visita, acudiendo a algún ballet. Tienen un amplio programa por lo que seguro encontraréis alguna representación con buenas butacas a precios que resultan muy asequibles.

Otra de las visitas obligadas es el Barrio Judío y la Gran Sinagoga o la Sinagoga Dohàny, terminada en 1859 y que es la segunda más grande del mundo después de la de Jerusalem. La Sinagoga de Budapest vivió sus peores momentos con la invasión nazi, pues ella y el barrio se convirtieron en el guetto y campo de concentración de la ciudad y allí murieron miles de personas. La Sinagoga tiene entrada gratuita, pero si se quiere recorrer la entrada se cobra.

Otro de los planes en Budapest es hacer un recorrido por el Danubio de una hora aproximada para ver la ciudad desde el agua, aunque no os recomendamos los que sirven comidas y cenas.

Ya sabéis que Budapest es una de las grandes ciudades con más manantiales termales, por eso os recomendamos, una visita a uno de sus balnearios, uno céntrico en el barrio de Pest con más de 15 piscinas termales, 12 interiores, con agua a 37º, ubicadas en el precioso balneario de Széchenyi (parada de metro Széncheyi fürdo – Línea M1 amarilla). El balneario está limpísimos, allí te alquilan las toallas y puedes visitarlo desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. Lo mejor, su web está en español.

Algunos consejos prácticos sobre el transporte…

Os recomendamos moveros en transporte público, tanto metro como tranvía. Los billetes de metro se compran en las estaciones, en los quioscos… y sirven también para los tranvías.

No encontraréis tornos en la entrada del metro pero está plagado de revisores que vigilan especialmente a los turistas por lo que colarse no es una opción. La línea de metro para conocer la ciudad que más utilizaréis es la línea 1 amarilla) que es la que tiene más encanto por ser la más antigua. Resulta muy cómoda porque recorre toda la avenida Andrassy hasta la Plaza de los Héroes y tiene paradas, además, en la Ópera y en el puente de las Cadenas. La línea 2 (roja) os llevará hasta el Parlamento (Kossuth tér), Bastión de los Pescadores (Batthyány tér) y la Gran Sinagoga (Astoria).

Si queréis recorrer la ciudad en sus curiosos tranvías, el número 2 recorre toda la orilla de Pest y tiene paradas en el Parlamento, Mercado Central y el Puente de las Cadenas. Los tranvías 19 y 41V hacen lo mismo en la orilla de Buda desde la Iglesia de Santa Ana hasta la Ciudadela.

Las compras…

Vàci Ucta es la calle comercial por excelencia, tiendas preciosas como la centenaria floristería Philanthia, llena de Navidad en invierno, está en el  número 9. Muy cerca está la Plaza Vörösmarty, en la que ponen un Mercadillo de Navidad que normalmente se abre desde finales de noviembre hasta finales de diciembre.

También podéis pasear por la Fashion Street, que ahora es la nueva zona comercial del centro. Y, por supuesto, por la elegante Avenida Andrassy.

Para los aficionados a los mercadillos, el rastro más emblemático de Budapest es el Ecseri, dónde encontraréis numerosas curiosidades, aunque no está muy céntrico.

Gerbeaud Budapest

Para comer, merendar y cenar…

Si comenzamos por la merienda, dentro de la merecida fama de la pastelería húngara sin duda el más famoso es Gerbeaud. Este café tiene una gran terraza exterior y un gran salón interior donde merendar sus deliciosos dulces o bien comprarlos para llevar. Es visita obligada.

Uno de los más famosos cafés en Budapest fue el Café Nueva York. Cerró hace unos años y en su lugar se construyó el Hotel Boscolo, que ahora ha inaugurado una réplica del histórico café. Allí se puede disfrutar de dulces húngaros y riquísimos helados. El café y el hotel son preciosos, merecen una visita.

Otro Café Pastelería, más moderno es el Goamama Coffee, además de deliciosos dulces, el café está conectado con la tienda donde comprar muchos objetos con solera.

Para comer está la zona del Parlamento, en la calle Liszt Ferenc tér, muy cercana al Teatro de la Ópera. Se trata de una calle peatonal que está llena de restaurantes, muy de moda y todos muy agradables. La mayoría tienen terraza hasta en invierno, pues el tremendo frío lo suplen con estufas y con unas mantas en cada silla para que te abrigues. También podréis tomar algo en los cafés de la Avenida Andrassy o, cuando visites el Mercado Central, en los puestos de la planta de arriba.

El Mercado Central, os encantará lleno de puestos gourmet, con una cubierta de art nouveau preciosa. En la parte superior tienen un montón de tiendas de souvenirs, pero con glamour. Cierra los domingos. El horario varia, de Martes a viernes de 6 de la mañana a 6 de la tarde, los lunes cierra una hora antes a las 17h, y los sábados sólo está hasta las 15h.

Una de las especialidades húngaras es lángos, es una especie de pizza hecha con patata que podéis tomar en el Mercado de la plaza Lehel. Tampoco podréis iros de Budapest sin probar los strudel, de pasta fina y de muchas variedades, no sólo de manzana, también de guindas, de requesón, incluso salados, así que la parada obligada será Strudel House.

Otra de las especialidades húngaras a probar es el gulash, con un toque moderno os recomendamos el de Spiler, un local, con DJ´S de jueves a sábado y muy cool.

Seguimos por el Budapest más moderno, esta vez cerca de Andrassy nos vamos a Pesti Dizsno. Un espacio con comedor y terraza al aire libre, con una cocina húngara, pero rabiosamente moderna.

Pero sigue nuestro consejo y no te llenes demasiado para luego poder disfrutar de una cena tranquila…

Para cenar os recomendamos Barco Spoon Cafe & Lounge. Este barco es uno de los restaurantes más chic de la ciudad. Está anclado en el muelle de Pest, frente al Hotel Intercontinental, mirando al Castillo de Buda. Una cocina excelente para cenar en el Danubio. Si reservais, pedid una mesa en la ventana.

Menza. Uno de los sitios de moda en Budapest, lleno de húngaros por lo que os recomendamos reservar. Aquí mezclan la cocina tradicional húngara con la nueva cocina de diseño y, además, podréis probar unos riquísimos cócteles.

Goa. Al principio de la Avenida Andrassy está este restaurante de comida mediterránea con un toque asiático, también muy agradable.

Café Callas Budapest. Os recomendamos este café para l@s que se animen a ir a la ópera. Otro restaurante cool para añadir a nuestra lista, con comida tradicional húngara e internacional, incluso cuentan con un riquísimos sushis. Destacamos sus más de 20 postres caseros, irresistibles. Y si quieres pasar por un auténtico húngaro, tendrás que probar el aguardiente húngaro, el pálinka.

Marriot Boscolo Budapest

Y si quieres irte después a tomar una copa a un bar curioso, no dejes de visitar el A38 , en Buda junto al puente Petön. Es un antiguo barco de transporte ucraniano, reconvertido en bar, con música en vivo.  Y comono visita obligada son los «bares de ruina». Su nombre ya te dice algo, son bares que están en edificios ruinosos, pero con mucho ambiente y copas baratas, el mejor el  Szimpla.

Dónde dormir…

Cualquiera de los hoteles Marriott en Pest a las orillas del Danubio. También, el Mamaison Hotel Andràssy, para los que busquen uno muy céntrico y con el encanto de los Small Luxury Hotel.

Es una ciudad perfecta para visitar tanto en verano como en invierno porque los atractivos son diferentes.

Nosotros estuvimos cuatro días y resultó suficiente para visitar esta preciosa ciudad. Nos alojamos en uno de los hoteles Marriott y nos resultó muy cómodo. Os animamos a conocer la perla del Danubio.

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