Nos encanta viajar, dar la posibilidad a nuestros hijos de conocer otras culturas, otros modos de vida y costumbres, permitirles también descubrir el placer de viajar y regalarles un recuerdo vívido y familiar para el resto de su vida.
Este verano lo hemos pasado en grande en la costa este de EEUU y nos resistimos a pensar en un año entero con la maletas guardadas en el altillo, así que ya andamos soñando, planeando, discutiendo e imaginando ¡nuestro próximo destino! El viaje no ha hecho más que empezar.
Viajar en familia requiere un poquito de planificación adicional. No es como cuando éramos sólo nosotr@s y el día antes de las vacaciones o la noche previa a un puente decidíamos el destino sin más, como el que se lo juega a pares y nones.
Es importante decidir, en primer lugar, qué tipo de viaje quieres emprender. Un destino de costa, acaso por el interior, un enfoque más cultural (con niños también se puede;)… o combinarlos todos si el tiempo y las piernas lo permiten. Esta opción es nuestra favorita porque nos gusta hacer un viaje completo, hasta con sus contratiempos. Este último verano combinamos interior y museos, ciudades y playas, deporte, rutas, improvisaciones y caminatas extenuantes al azar, aprendiendo a orientarnos y a hacernos entender en otro idioma o con el de los gestos.
En segundo lugar, es conveniente tener claro el tipo de alojamiento que mejor se adapta a las necesidades de tu familia. En el transcurso de nuestros viajes hemos probado diversas opciones para nuestras estancias o pernoctas: camping, crucero, hoteles pequeños, resorts, apartamentos… Cada momento de la vida, cada viaje o cada situación familiar o personal requiere del alojamiento que se ajusta más a nuestras necesidades. La opción del alquiler de apartamento, en mi opinión, es muy apetecible en el caso de viajar con la familia. Por la comodidad de estar como en tu casa, la libertad de entrar y salir cuando se te antoje, poder preparar tu desayuno sin prisas ni horarios fijos o la posibilidad de cenar tranquilamente y que los niños no vean rotas sus rutinas. Poder lavar o planchar tu ropa día a día también es un punto muy positivo, ya que te permite aligerar tu equipaje. En definitiva, desde un punto de vista económico, es una opción que te permite reducir mucho gasto en comida, en lavandería, etc.
Hace ya tiempo que venimos utilizando diversas plataformas web no sólo para reservar nuestros hoteles, sino también para contratar apartamentos o casas para estancias de fin de semana o vacacionales y este verano me he convertido en «super usuaria» de hundredrooms.com. Y, ¿Por qué? Me permite comparar en tiempo real las ofertas de las principales webs de alquileres de alojamientos de todo el mundo. ¿Qué consigues? La oferta más amplia y el mejor precio. He vivido, en no pocas ocasiones y en propia carne, el chasco de alquilar un apartamento y posteriormente verlo en otra plataforma con un precio mejor y da mucha rabia. Pero la verdad es que hacer la comparación tú mismo en cada uno de los portales es cosa de locos.
Para la próxima escapada, para el puente de Todos los Santos hemos decidido por votación popular elegir… ¡Lyon! Queremos ir a ver a una amiga y su familia, e invadir su casa no es lo más apropiado para mantener una amistad en el tiempo (jejejeje).
He buscado en Hundredrooms, y ahora viene el problema… ¡¿cual elegimos!?