Qué puedes encontrar…
Uno de los restaurantes más bonitos de Madrid, sin lugar a dudas. Se trata de un restaurante 100% italiano. Desprende Italia por todos los poros. Por la carta, la materia prima con la que se cocina y por los camareros y cocineros que son del país vecino. Pura autenticidad. Ocupa un enorme espacio en la calle Velázquez (¿recuerdas el antiguo Loft 30?) y han creado un espectáculo en cada sala y en todos los platos.
Comenzamos por la decoración que es lo primero que te vas a encontrar cuando llegas. En la puerta te reciben un montón de flores, la entrada cuenta con una escalera de subida decorada con coloridos neones y llega hasta una sala con la barra y algunas mesas altas que están flanqueadas por cientos de vinilos colocados en estanterías. Primera impresión de 10. Hay una terraza llenita de flores que está bien cubierta cuando el tiempo lo requiere y que resulta espectacular en las fotos. El salón está decorado en tonos salmón, con luces cálidas y miles de libros en estanterías que le dan al conjunto un aire bien acogedor.
La carta es una maravilla italiana, de principio a fin. Comienza con la introducción más importante y es que todo está elaborado con ingredientes italianos que llegan directamente de Italia cada semana sin intermediarios. No obstante, algún guiño a España encontramos en sus propuestas (un sello típico de este grupo que cuenta ya con varios restaurantes en distintas capitales europeas).
Para compartir, deliciosa charcutería italiana, la especialidad que es un delicioso puerro al horno con una maravillosa salsa, croquetas de trufa que son cremosas y riquísimas, burratas en diferentes, versiones todas de 10… Las pizzas se elaboran siguiendo la receta napolitana, con calma y buen hacer y las encontramos desde la sencilla y rica margarita hasta la Quesomanía con gorgonzola, fior di latte, parmigiano reggiano, ricotta di bufala, un toque dulce de pera, miel y nueces. La pasta también está hecha por ellos y la estrella, para dos personas, es la Gran Carbonara, spaghetti caseros servidos directamente en la rueda de queso pecorino Borgo antico con el auténtico guanciale de la Toscana. Pero también son un espectáculo la Mafaldina al tartufo, pasta fresca mafaldine con trufa negra de Molise, champiñones y abundante crema al tartufo o la impresionante Girella Alla Norma, un gran canelón enrollado a modo de serpiente y que está relleno de ricotta di bufala, berenjenas y delicados tomates confitados.
Los segundos platos pasan por el horno maravilloso josper y consisten en carne (gallega) o pulpo cocinado de esta forma.
No te llenes del todo porque tienes que llegar a los postres. Una tarta de limón más alta que un rascacielos, una pizza de chocolate bien servida en una tabla genial, un tiramisú como los que se hacen en Italia o unos profiteroles de quedarse con la boca abierta. Todo delicioso.
Los camareros son italianos y encantadores! Empeñados en conseguir que nos sintamos bien a gusto.
Lo mejor…
La maravillosa combinación de cocina deliciosa, servicio impecable y decoración única hacen que ir a Bel Mondo sea El Plan.
Siempre hay una pega…
Es difícil encontrar mesa. Todo el mundo quiere ir. Destinan la mitad de su aforo a la reserva online y la otra mitad para gente que vaya sin reserva. Esta última espera en fila en la puerta para ver si queda sitio.
Apunte Yosílosé…
Ármate de paciencia y echa un vistazo de vez en cuando a su central de reservas para hacerte con una mesa. Prueba entre semana a una hora pronta, por ejemplo. Y es que merece la pena conocer la apertura gastro de la temporada.
Se te ha hecho la boca agua, confiesa. Si es que la cocina italiana es lo que tiene. Pero si eres de esa minoría de la población que no se declara fan de pasta o pizza, hay muy buenos restaurantes en Madrid con otros estilos de cocina de los que también te podemos hablar.